La crisis venezolana (política, económica y social), ha traído consigo grandes consecuencias para su país y muchos países latinoamericanos (Colombia, ecuador, Perú). Países hermanos, que en su afán de ayudarlos abrieron sus puertas sin condicionamiento alguno, en un primer momento.

Así llegaron al país a fines del 2016 e inicios del 2017, los primeros venezolanos, quienes fueron recibidos con manos abiertas, llenas de humildad y cariño, consientes de la actual crisis que pasaban. Sin embargo, se dieron cuenta que en Perú, había un mercado exquisito, lleno de informalidad y atracción por los extranjeros, decidiendo de esta manera aprovecharse del buen gesto del ciudadano para ofrecerle un producto a un precio exagerado, la cual se pagaban en buen gesto a una ayuda económica para sus familiares.

Salieron los primeros reportajes y se hizo la noticia, el Perú su tierra prometida, donde comenzaron a llegar masivamente, y la falta de un política migratoria, comenzaron a ingresar miles de delincuentes extranjeros, al país, quienes han sido por muy duro que parezca los responsables de llevar a la crisis a Venezuela y hoy por hoy, están llevando a la crisis al Perú. Aportando a problemas ya tenidos, como es inseguridad, informalidad, delincuencia, asesinatos, usurpación, etc.

Hoy en el 2019, nadie quiere a los venezolanos en el país, porque a parte de contribuir con lo antes mencionado, también han contribuido con el desempleo masivo de nuestros compatriotas, creyéndose una clase superior, racista e insultante para nuestras diferentes etnias culturales del país. Ningún país latinoamericano ve bien a los venezolanos, y no es xenofobia, ni nada de eso. Simplemente han perdido el respeto, de quienes nunca los ayudaron cuando mas lo necesitaban, porque les pagaron, con muerte, robo, secuestro y difamación.

Actualmente si no hay un cambio de actitud, de estos extranjeros, se prevé que, pueda haber un fuerte rechazo violento contra ellos, como se esta viendo en otros lugares. No sigamos mintiéndonos, nos dicen que son lo mejor de Venezuela, titulados, graduados y doctorados, estoy seguro que si nos enfocáramos en preguntarles su magnificente conocimiento, nos toparíamos con la cruda realidad. Que no son, mas que una farsa.